Rafael Correa tenía tanto dolor en su rodilla que llámó a Fidel Castro:

- Buenas tardes señor Fidel ¿quisiera saber qué me pongo para este dolor de rodilla que me está matando?
Castro, cansando de que Correa le llame por cualquier pendejada, contesta:
- Bengay

En seguida Correa pidió un avión a Venezuela y se fue para Cuba...
